Peña Nieto, Obama y sus patrones- los financieros de Wal Street y la City- saben desde hace años que los contenidos de la reforma energética y sus leyes secundarias van en contra de los intereses de los mexicanos y de los pueblos del mundo; del clima de la Tierra y de los dones de la Naturaleza de América del Norte; saben muy bien que los motivos de fondo de esta reforma y sus leyes secundarias no son honorables ni defendibles en un debate abierto, informado y democrático; tienen muy claro que esta reforma tiene como objetivos de fondo salvar el sistema político neoliberal mexicano y ayudar a salvar la política energética de EU ( la aberrante tecnología fracking)y los negocios de poderosos financieros y políticos de EU, Canadá, Inglaterra, Holanda, España y México, amenazados por los posibles disparos en los precios mundiales del gas y el petróleo, en los próximos años, a consecuencia del agotamiento de los hidrocarburos convencionales o de bajo costo de extracción; saben que es necesario recurrir al secreto, la mentira, el engaño, para lograr estos objetivos canallescos; a pedir las consultas a “expertos “que tienen grandes intereses en los resultados de la reforma; a los foros de consulta esterilizados, manipulados; a las intensas campañas publicitarias plagadas de mentiras y engaños(que bajará la electricidad, el gas, la gasolina); al ocultamiento de las iniciativas; a la aprobación de la reforma energética el 12 de diciembre de 2013; a la aprobación de las leyes secundarias en fast track , en las madrugadas, sin debate significativo, con la aplanadora del PAN, PRI, PVEM unidos.
Desde hace años tuvieron pleno acuerdo de que era necesario crear las condiciones políticas y sociales que permitieran introducir esta reforma energética y sus leyes secundarias: recurrir al terror, a la “doctrina del shock” (Naomi Klein), a la desestabilización de la sociedad mexicana. Con toda anticipación planearon, prepararon, las “guerras contra el narco o la delincuencia organizada”, la militarización del país, las desapariciones forzadas de personas, el libre tráfico de armas, la falta de investigación de los delitos, la impunidad de los que ordenan las matanzas desde el poder. Elevaron substancialmente los gastos militares, policiacos, penales y en espionaje de los ciudadanos; establecieron leyes para criminalizar la protesta; aplicaron duras medidas contra los activistas de los pueblos que se rebelaron contra el despojo de tierras y la construcción de megaproyectos: impusieron condenas desmesuradas a los campesinos, indujeron asesinatos selectivos y hostigamiento judicial a los indignados de los pueblos y ciudades. Implantaron políticas para mantener muy bajos los salarios, eliminaron la protección legal del trabajador, elevaron los costos de la electricidad, el gas y la gasolina, encarecieron la alimentación, por medio de impuestos y el apoyo a los monopolios de la agricultura y el comercio. Apuntalaron legalmente a los monopolios de las telecomunicaciones (Televisa, Tv Azteca), para reforzar la guerra informativa contra la sociedad mexicana. Hoy buena parte de la población mexicana vive en gran pobreza, aterrorizada en diferentes grados, sufre hambre, debe trabajar demasiadas horas diarias y perder otras muchas horas diarias en el transporte, está muy desinformada sobre los temas más importantes del país, especialmente sobre los asuntos energéticos y de telecomunicaciones. Hay desquiciamiento ambiental, social, económico y político en México. Lograron lo que buscaban.
Peña Nieto y sus patrones cuidan mucho que estos secretos canallescos no sean percibidos por la opinión pública, hacen un coro de alabanzas a favor de Peña Nieto, de esta reforma energética, sus leyes secundarias y de sus falsas bondades; sobornan a las cúpulas de los partidos (Pacto por México); también, a los jueces y magistrados, los legisladores, los funcionarios de los organismos autónomos, por medio de enormes sueldos y fondos de retiro; inventan engaños continuos como la “calidad” en la educación, en la salud, en el medio ambiente(economía verde, crecimiento verde, desarrollo sustentable); promueven “garantías democráticas” (INE, TRIFE) que facilitan la supervivencia de falsas representaciones populares y el control del país que ejercen los poderes fácticos. Para aprobar una reforma energética tan absurda, Peña Nieto recurre a todo esto y a una reforma política que le permita a su grupo y a sus socios continuar en poder por al menos otros 30 años. Legalmente, la impunidad está garantizada.
Las leyes secundarias de la reforma energética contienen disposiciones muy contrarias a la integridad de las comunidades indígenas, campesinas, urbanas; a la conservación de los suelos, aguas y atmosferas limpias; a la paz entre las naciones y la soberanía de la Nación; a la justicia y los derechos humanos; a la economía de la mayor parte de los mexicanos; a la participación ciudadana y la democracia; a los valores de Libertad, Solidaridad, Precaución y respeto a la naturaleza y las futuras generaciones. Estas leyes refuerzan la destrucción, le perversión del derecho y la legislación que favorece a los mexicanos: son leyes espurias redactadas en el extranjero por las gaseras, petroleras, mineras y generadoras de electricidad internacionales. Quienes aprueban estas leyes secundarias de la reforma energética son enemigos de la Madre Tierra, de las futuras generaciones de mexicanos y de la Nación.
¡No a las leyes secundarias de la reforma energética!
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