El lobo Neuman al cuidado de las ovejas de la ciudad de México
Comunicado de la Red en Defensa de la Ciudad de México: 25 de junio de 2014
Después del funesto desarrollo urbano que ha sufrido en las últimas décadas, la ciudad de México es hoy un ejemplo mundial de lo que no debe hacerse en ciudad alguna, al punto que está considerada entre las diez zonas de desastre ecológico del mundo. Sin embargo, aún podemos llegar a sufrir un desarrollo urbano mucho peor en los próximos años. Siempre hay inventos empresariales y políticos que pueden superar la barbarie urbanística del pasado.
El cambio arbitrario en el uso del suelo, la construcción de grandes torres, complejos, vialidades, “equipamientos”y otras grandes obras; la demolición de ruinas arqueológicas, monumentos históricos, edificaciones con valor arquitectónico; la destrucción o alteración radical de parques, barrios, colonias, ríos, bosques, barrancas, humedales y otras acciones de desarrollo urbano impactan la calidad del aire, el agua y los suelos de la Cuenca del Valle de México, destruyen el tejido social, deprimen la economía de la mayor parte de los ciudadanos y desquician la política de la ciudad de México. Pocos negocios son tan productivos como el cambio en el uso del suelo, la creación “a modo” de normas, reglamentos, leyes de desarrollo urbano y vivienda, la introducción de “polígonos de actuación”, las “ZODES”, las “ADES”, las “AGES” y otros trucos inventados por el gobierno del DF y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, para beneficio de los grandes desarrolladores inmobiliarios que hoy han entrado al gobierno del DF a tomar directamente el control de este gran negocio.
El secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del DF, Simón Neumann, un empresario con muchos años en el ramo inmobiliario- acostumbrado a pensar únicamente en la rentabilidad de inversiones privadas-promueve ideas radicales que afectan la vida de millones de personas; propone un nuevo desarrollo urbano que implica grandes cambios en el uso del suelo; la expulsión de decenas de miles de familias de sus barrios, colonias, pueblos, ejidos; cientos o miles de demoliciones de edificaciones antiguas y una verticalización brutal de la ciudad de México. Estos objetivos urbanísticos exigen, desde luego, nula consulta a los vecinos afectados, cero transparencia sobre las bases de los proyectos y mucho gasto en publicidad y relaciones públicas, para hacer una cortina de humo que oculte los grandes negocios público-privados. Todo indica que el gobierno del DF está coludido con los grandes intereses inmobiliarios de la ciudad. En enero de 2013, decenas de ciudadanos de diversos ámbitos sociales demandaron la renuncia del empresario Simón Neuman, como secretario de Desarrollo Urbano del DF. Adjuntamos esa demanda. Reiteramos la exigencia: que renuncie Simón Neuman como titular de la SEDUVI.
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